BENEFICIOS DEL TÉ DE JAMAICA PARA TRATAR LA PRESIÓN ARTERIAL

Las noticias sobre los efectos de la jamaica en la presión arterial alta continúan creciendo, lo que ofrece una esperanza para las personas que buscan maneras naturales para controlar esta enfermedad. Se ha mencionado anteriormente cómo esta planta puede ayudar al corazón y a la salud en general; mientras que ahora, una nueva investigación sugiere que su efectividad podría ser mayor de lo que se ha informado.

Esta es una gran noticia para las personas que estén interesadas en tratar sus problemas de salud de manera natural; también es una gran noticia para la economía, ya que el té de jamaica es mucho más económico que los medicamentos. Crece en muchas áreas del mundo y también es beneficiosa para el medio ambiente.

El té de jamaica puede ayudar a controlar la presión arterial alta, para que pueda modificaría su salud.

La jamaica y la presión arterial

Este trabajo se basa en estudios previos, realizados por científicos de Rumania, Polonia y Australia en 2015. Este grupo de investigadores recopiló información de cuatro bases de datos para examinar lo que se sabe sobre la hierba y buscar patrones en los estudios publicados.

Al señalar que la jamaica ha sido utilizado para tratar la presión arterial alta, pero que no se han publicado suficientes estudios para respaldar esto, se enfocaron endeterminar su potencial para ayudar con los problemas cardiovasculares. Realizaron un metanálisis de ensayos controlados y concluyeron que la jamaica ayudaba a reducir la presión arterial sistólica y diastólica.

El extracto de jamaica ha demostrado que puede ayudar a prevenir y tratar el síndrome metabólico, mientras que un estudio encontró que el consumo diario de extracto de jamaica durante un mes produjo mejoras en los niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos, así como mejoras en la resistencia a la insulina en personas con síndrome metabólico.

De hecho, se recomendó el extracto de jamaica para las personas que tienen dislipidemia y síndrome metabólico. El período de tiempo para estos efectos coincide con el estudio reciente de Irán, en el que las personas con presión arterial alta en etapa 1 notaron cambios importantes en sólo un mes.